Un amor antiguo, luz que aún me quema,
brillaste en mis noches, firme y tranquila,
guías mis pasos, aunque ya no brillas,
quedó en mi pecho tu fulgor, una llama.
El tiempo pasó, y aunque duele
te llevo dentro, como una estrella.
Tu imagen persiste, aunque se apague,
y en la penumbra, tu llama me desvela.
No importa si el mundo olvida el camino,
en mis recuerdos sigues siendo faro.
Lo que fuiste es mi dulce destino,
y en mi memoria aún te tengo claro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario