Te encontré ahí tirado, en medio de la nada, temblando de frío y de miedo, la caída habia sido grande. Te miré como si nada, como si no me importara verte agonizar en el húmedo suelo y di vuelta la cara cuando me pediste una mano para levantarte. Pensé en todos los años compartidos, en esa estúpida competencia que manteníamos. Si yo corría, tenías que hacerlo más rapido; si yo mentía tenías que hacerlo mejor; si yo quería morir ya estabas muerto.

Mírate ahora, no sos nada y yo que intento ser todo tambien soy nada, pero aun sigo en pie aferrandome a un consejo que me dieron, vos no tenes ese consejo y vivis arrastrandote.

Hice de tripas corazón y te deje, me fui como otras tantas veces sin mirar atrás a sabiendas que no podría soportar el brillo de tus ojos pidiendo clemencia.

Llene de hielo y otras cosas el vaso, 12 años no es nada y una etiqueta por mas negra que sea no deja de ser una etiqueta.

Mañana o puede que en un rato volveré a salir al mundo y sin buscarte te volveré a encontrar, rogando una vez mas que te ayude, que te anime a respirar y yo, como siempre no estoy seguro de poder decirte que no.

Solo blues y whisky...solo no saber cuando abandonar...