"La reglas eran claras y las cartas ya estaban en la mesa, yo que presumi de jugador me puse nervioso y todas las veces que "fui de farol" me traiciono la conciencia. Perdi, como casi siempre aunque en mis memorias escriba "como casi nunca". Para la ultima mano tuve que tirar de el maldito as escondido bajo la manga y terminar de hundirme, de basurearme a mi mismo, borrar la poca dignidad y orgullo que me quedaba para poder levantarme de la mesa, agonizando pero con la mente tranquila y la frente en alto, como el que muere por sus ideales."
"...queda un gesto amable
para no hacer la vida insoportable
y asi ahogar las penas
solo eso queda..."
Frente a frente
E. Bunbury
1 comentario:
Precioso, sin duda
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